martes, 7 de agosto de 2018

[ESN] Programa para la Frontera Norte 2019-2024 (12a parte)

IVA Disminuído

El primero paso para comprender el tema de baja de IVA en la propuesta de AMLO, es explicar cada impuesto involucrado, en este caso el IVA y Sales Tax estadounidense.

Luego, podremos hacer una conclusión sobre ello.

¿Qué es IVA?

El Impuesto al Valor Agregado, es en principio, un gravamen federal que se causa en toda cadena productiva de todos los bienes y servicios transaccionados en México. Sin embargo, por diversas causas, más políticas que técnicas, se han venido realizando muchas modificaciones de Ley, que han parcializado la tasa a ciertos bienes o servicios, se han hecho diferencias regionales, e incluso se atraen beneficios sectoriales de, por ejemplo Impuesto Sobre la Renta a IVA.

El IVA, de origen, podría lograr eregirse como el impuesto, que a casi cualquier tasa, provoque no solo una recaudación estable, sino incluso y con enfasis, un efecto cascada que inhiba la evasión fiscal en ISR, de manera casi automática y muy barata para el gobierno; lo anterior sí y solo sí, el IVA fuese homologado en todos los bienes y servicios fungibles de toda la Nación.

Y es que su estructura legal, económica, financiera e incluso matemática, provoca que aquél agente económico en una cadena productiva que no facture y por ende no cobre IVA a su cliente, le provocará tener que haberlo pagado a su proveedor sin la posibilidad de acreditar ese pago y quedarse con el costo de IVA completo a su cargo, en lugar de solo pagar una fracción y trasladar la obligación al siguiente agente económico.

Esto es, el agente económico del ejemplo, al adquirir bienes de proveedores para hacer su actividad económica y vender a clientes, paga el IVA al proveedor. Ese IVA ya pagado sin vinculo inherente de negocio a su estructura de costos de su actividad económica podría recuperarse al menos parcialmente. Pero solo si el agente económico en cuestión, factura y cobra el IVA respectivo a su cliente, le provoca un ingreso de IVA que en principio se le debe pagar al SAT, pero la cantidad baja en razón de acreditar el IVA pagado al proveedor, quedándole un IVA por pagar al SAT mucho menor que el que le había pagado a su proveedor.

Pero para bajar el monto de IVA a pagar, no solo debe cobrarlo al cliente sino hacerlo por medio de factura, lo que paralelamente activa la obligación de pagar ISR. Y una contabilidad fiscal bien llevada, entonces implicaría al menos en teoría, tener que formalizar todos los gastos de la empresa para deducirlos y bajar propiamente el ISR a pagar.

De tenerse un IVA homologado, se supone que el agente económico que finalmente lo paga de manera total, es el consumidor final de bienes y servicios, pues éste no tiene cómo deducir gastos ni un IVA a cobrar a un subsecuente consumidor. Así que para el consumidor final, es un elemento que se suma al precio base de manera automática.

Esa lógica del IVA se trastoca cuando por diversas razones, es modificado o peor diferenciado por bienes y/o regiones. Para que funcione su virtud, debe ser homogéneo en toda la economía nacional.

Ahora, la virtud, teóricamente funciona a cualquier tasa homogénea. Pero seguramente habrá cierto incentivo a no cobrarlo, si el ISR a generarse al facturar es suficientemente alto, respecto el ahorro a lograr al compensar el IVA pagado al proveedor respecto el IVA a cobrar al cliente final. Por ende, los estudios regularmente han apuntado a tasa homogénea de 10% o superior. Pero las distorsiones con las diferenciaciones de tasas, y por la necesidad de usar el impuesto como simple medio recaudatorio, entonces se ha tenido que subir la tasa principal a 16%.

(sigue 13a parte)

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