Un aspecto de riesgo importante a tomar en cuenta, es la posible inflación a generarse por la expansión económica que se logre. Si bien, a juicio de algunos, esto no sea conflictivo dado el propio crecimiento económico, ciertamente la inflación es uno de los principales problemas de cualquier economía y sobre todo la principal responsable de la cantidad de personas pobres en México.
Por lo anterior, al menos con la autonomía decretada a Banxico en 1994, y su eficacia en 1996, se ha atacado como elemento central para acotar pérdidas económicas y quizá los mejores momentos de años previos, han ocurrido a partir de disminuciones drásticas de la inflación.
La zona libre, cero impuestos de importación, probablemente menos trámites, provocará al menos una exaltación en la operación del sector comercial en la frontera norte. Incluso puede ocurrir en la manufactura nacional, agroindustria y quizá un poco en la Maquiladora.
No hay forma concebible, que esa liberación provoque un retroceso en el crecimiento económico, al menos en principio de teoría económica. Pero, si ese crecimiento ocurre solo por el impulso de una liberación taxativa, entonces hay gran riesgo de que un derivado, sea generar un ciclo inflacionario exclusivo por el ejercicio de la zona libre, que como mínimo, deba ser tomado en cuenta.
Y es que si bien en principio menos impuestos de importación, implican presuntamente menor precio por producto, al incrementar la demanda de estos, lo esperado es que los precios en general se sostengan o suban, sino de inmediato, sí eventualmente.
Las formas precisas de evitar o contener ciclos inflacionarios, es atrayendo competencia, o sea más agentes económicos oferentes; así como elevando la productividad de los agentes económicos.
Seguiremos con el tema... (sigue 5a parte)
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